jueves, 15 de junio de 2023

Another day.

Siempre me han dado miedo las atracciones, y sin yo quererlo he tenido que subirme a todas las montañas rusas habidas y por haber. 'Loopings', derrapes, caídas libres...mi estómago el pobre está nauseabundo de tantos retortijones y tantas visitas al retrete. 

Crecí los centímetros pertinentes, casi por imposición para subirme a todas ellas. Las menos atractivas para mi vértigo y para mi miedo, pero las más llamativas para mi ego y mi regocijo.

Primeras veces dicen. Primeros días y sobre todo, primera vuelta al sol para volver al inicio de un momento nada idílico, pero un año después. Miras hacía atrás y ves todos los saltos al vacío que has dado, todos los capuzones en bomba a una piscina con poca agua y las inmersiones en un mar removido por las aguas bravas. 

Apnea muchas veces, para no respirar y seguir en automático. Locura, otras muchas, para distorsionar la realidad en tu favor; y la gran mayoría, emborronadas por unas lentillas empañadas, de autoprotección y lágrimas "at the same time".

Escuchas a tu "yo interno" y piensas : "coño, cómo he cambiado, ¿no? ¿esa pedorra era yo?"

Es muy heavy las vivencias que pueden acumularse en 365 días, y cuántas de ellas pueden ser prescindibles...pero cuando rememoras y no quieres borrar nada, ni lo más miserable, hostia, eso da un gozo que te cagas. Como un orgasmo en la posición que más placer te de. Como un orgasmo cuando te tocas a solas pensando en quién narices te apetezca en ese momento. Joder, que puta maravilla el sexo...pero eso es otra movida, son otras primeras veces y otros primeros desbloqueos.

Es acojonante, como de la mierda más maloliente, puedes sacar el abono más enriquecedor para tus raíces. Si la vida te da limones, haz limonada (dicen). Si la vida te da mierda a raudales, haz abono cabrita, y ponte a plantar los tulipanes más bonitos de todo Amsterdam. 

Con 4kg de mas, o de menos, según quien te agarre el pandero. Más canas que antes, y más "perreos" hasta el suelo que nunca, me dispongo a gritar al cielo "feliz año nuevo". Repleta de confeti y de purpurina hasta las cejas. Con un pie en el presente, y el otro en equilibrio para hacer de funambulista y no dejar de jugármela siempre. Con la ilusión y los ojos de una niña de 4 años, que todo le apetece, pero se enfurruña rápido y sin conciencia. Que todo le apabulla, pero llora a la mínima. Como Do Re Mi cuando cogía sus coletas para volar en helicóptero y caerse al suelo de bruces, siempre protegida por Timbre. 

Así soy ahora, un poco de la de ayer, un poco de la de hoy y una gran emoción por la que seré mañana, pero sin prisa, haciendo uso del calderón para estar en esa nota el tiempo que necesite y requiera mi melodía. Prescindiendo de los signos de repetición para no volver atrás en el pentagrama, solo seguir componiendo hacia delante, con octavas y sostenidos, para que todo esté mas afinado cuando entone mi canción favorita.


sábado, 7 de enero de 2023

de vuelta al camino.


Pasa el tiempo y no nos damos cuenta de que sin comerlo ni beberlo hemos “digievolucionado”.    Casi por obligación, y a veces por falta de conciencia, hemos cambiado y no sabemos ni hacia dónde. Algunos mejoran, otros empeoran, o directamente se estancan. 

Muchos vamos como “burricos” hacia delante, inmersos en nuestros problemas primermundistas y nuestros objetivos superficiales, marcados por una sociedad que nos apechuga y nos “recomienda” lo que debemos hacer en cada momento. Se nos ha olvidado lo que nos gustaba, lo que nos llenaba y nos hacía reír, por el mero hecho de cumplir con patrones y prejuicios que teníamos instaurados por vete a saber que trauma infantil de nuestro niño interior. 

Ahora está muy de moda lo de escuchar a tu niño interior, pero es que, es la puta realidad. Las heridas de infancia, las interpretaciones de la realidad que vivimos en esas etapas nos han diseñado y nos han marcado los traumas futuros que proyectamos sobre nosotros mismos y sobre todo, sobre otros. Es una 'fucking' mierda que muchos nos hayamos perdido en el camino. Que a ver, sino está bien señalizado, es totalmente lógico, ¿sabes? Has de seguir tu intuición y tu brújula interior y esas mierdas, y a veces, está un poco escacharrada (la verdad sea dicha). 

Ojalá todos los caminos fueran como el camino de Santiago. Todas las personas que te cruzas están dispuestas a hablar contigo desde el cariño, a escuchar, a compartir y a no dejarte caer ni a que te rindas. Es una bonita metáfora de lo que debería ser la vida, o quizá en este caso el condicional esté de más. 

Es una bonita metáfora de lo que es la vida.


 

viernes, 10 de febrero de 2017

Risas Verborréicas



Relativizar


Si separamos la palabra, obviamos las normas ortográficas y le echamos un poco de imaginación podemos obtener el siguiente despiece.

Relatos B(v)izarros.

Relatos que merece la pena conseguir atenuar sus efectos, restarles importancia.

Bizarro. Suena a extravagante y raro, y en defensa diré que significa valiente, arriesgado. Valiente por el mero hecho de tener los santos “cataplines” de poner en riesgo algo valioso.



Y en dichas situaciones yo y mis amigas utilizamos este verbo. Y relativizamos todas juntas esos relatos tan bizarros. Esas anécdotas, que como bien su verbo de consuelo indica, merecen ser RE(lati)VIZ(s)ADOS.

lunes, 16 de enero de 2017

Des(oriéntame) siempre felicidad.



"Dícese de aquella acción que consigue hacer que alguien pierda la orientación o el conocimiento de la posición que ocupa geográficamente o topográficamente."

Y de esta forma, sin relojes ni brújulas nos topamos de morros. Sí, tal cual. Entrelazadas como los cables de mis auriculares; aparentemente enredados, pero estratégicamente enroscados.

Y de esta forma, sin relojes ni brújulas nos perdimos entre la muchedumbre. Sí, tal cual. Escondidas y albergadas, como la luna en sus días vagos. Como los pájaros en sus días tan amargos.

Parece casual que a veces sonría, que fluya su energía y se disipe ese humo ennegrecido; pero la realidad es otra. Es una más firme y más constante. Es,  y se ha convertido, en un estado de inocencia y en una elección consentida. Como aquellas niñas que todo lo quieren, ella parece, que solo quiera carcajadas de postre. 

Porque a veces asusta, ver como el mundo se derrumba. Ver como los grises ganan posiciones y restan los colores del círculo cromático, incluso aquellos que todavía están por pintarse. 
Da pánico y acongoja, y a veces acojona, sentir como lo oscuro toma un papel característico, principal, como los buenos actores.

Pero entonces se ve, ella, allá a lo lejos. Expectante ante los soles que se cuelan entre sus nudillos. De las notan que se sumergen en su bañera. De los días que la lucha no cuesta, ni necesita espada. De los momentos, en los que sin darse cuenta, la curva más perfecta es la que luce sin que ella la vea.

martes, 19 de abril de 2016

La plaza





Y dormir en medio, para no caerme por los precipicios solitarios.

Y cruzarlas fuerte, para que no se cuele el frio entre mis piernas.

Y cerrar los puños, para no dejar sangrar los nudillos.

Y bloquear la mente, para evitar los bloqueos encamados.

Y apretar mi abdomen, conteniendo el aire amargo y agrio, que se repite como ajo, como salmorejo mal digerido.

Y escupir bien lejos, que no se diga de las señoritas; lo que me sobra y lo que me falta por beber, casi lento, con calma...como un trago de seis horas sentada en la misma plaza.

jueves, 1 de octubre de 2015

Girasoles taciturnos.

Los vimos pasar, día tras día, hasta que su color pipa se apagó.
Hacia abajo, apesadumbrados por su falta de pigmento, su carencia de melanina.
 
Susurraban callados que pronto pasaría, que el calor se los llevaría de paseo, hacia un lugar mejor.
 
Y allí me senté, en medio de todos ellos. A escuchar su silencio, a escuchar sus lamentos.
Comencé a coleccionar las cascaras de sus recuerdos, de los viajeros que en furgoneta se asomaban para olfatear su aroma. Un volumen inmenso de "quiero una fotografía entre ellos", y un puñado de pétalos robados.
 
Sabemos que en tiempos de flores volverán a nacer, y traerán consigo la "Primavera de Vivaldi". Brindarán por todos los que fueron talados, y por todos aquellos que murieron en un banco comidos uno a uno.
 
Y allí esperaré, en medio de todos ellos.
En medio de un campo de taciturnos, callada, silenciosa, melancólica. Creyendo que volverás a crecer, igual de fuerte y de amarillo como la última vez.
Igual de apacible como cuando te arranqué.
 
 
 
 

domingo, 1 de marzo de 2015

SAL, VA la VIDA en ello.


Irradia calor antes de explotar, y en un misero segundo todo vuelve a ser rojo como la puesta de sol de verano.

Como esos destellos parpadeantes, que te ciegan por su ternura al explotar en tus mejillas.  Esas gotas cristalinas, que amenizan el dolor y dejan caer lo que todavía estaba bajo llave.
Que brotan e inundan, que desbordan y resbalan arrastrando esas palabras mal dichas, mal entendidas, mal digeridas, mal comidas.

Y es que no me sentó bien la cena tan aderezada, tan solapada con la merienda y tan cerca del desayuno del día posterior. Que estoy empachada de los lamentos fingidos, de los que no son internos. De esos que se esconden tras una sonrisa mal dibujada, y a penas perfilada (sin carmín, ni bálsamo labial).

Que el tiempo tuvo un principio y tendrá un fin.
Tendrá un principio y tuvo un fin, depende de por donde empecemos, si por el final o por el inicio.

Que no sirve de nada salir sin estar preparado, y menos aún sin abrigo ante una tempestad.


Porque el calor se ha ido aunque ya ha explotado. Aunque ya esta rojo, y está quemado. Aunque ya esta dicho y está grabado.

El calor se ha ido, y te ha quitado la mitad del frío que te daba abrigo. Ese mismo, que anteriormente como hemos dicho, necesitas para enfrentarte a ti mismo.