sábado, 7 de enero de 2023

de vuelta al camino.


Pasa el tiempo y no nos damos cuenta de que sin comerlo ni beberlo hemos “digievolucionado”.    Casi por obligación, y a veces por falta de conciencia, hemos cambiado y no sabemos ni hacia dónde. Algunos mejoran, otros empeoran, o directamente se estancan. 

Muchos vamos como “burricos” hacia delante, inmersos en nuestros problemas primermundistas y nuestros objetivos superficiales, marcados por una sociedad que nos apechuga y nos “recomienda” lo que debemos hacer en cada momento. Se nos ha olvidado lo que nos gustaba, lo que nos llenaba y nos hacía reír, por el mero hecho de cumplir con patrones y prejuicios que teníamos instaurados por vete a saber que trauma infantil de nuestro niño interior. 

Ahora está muy de moda lo de escuchar a tu niño interior, pero es que, es la puta realidad. Las heridas de infancia, las interpretaciones de la realidad que vivimos en esas etapas nos han diseñado y nos han marcado los traumas futuros que proyectamos sobre nosotros mismos y sobre todo, sobre otros. Es una 'fucking' mierda que muchos nos hayamos perdido en el camino. Que a ver, sino está bien señalizado, es totalmente lógico, ¿sabes? Has de seguir tu intuición y tu brújula interior y esas mierdas, y a veces, está un poco escacharrada (la verdad sea dicha). 

Ojalá todos los caminos fueran como el camino de Santiago. Todas las personas que te cruzas están dispuestas a hablar contigo desde el cariño, a escuchar, a compartir y a no dejarte caer ni a que te rindas. Es una bonita metáfora de lo que debería ser la vida, o quizá en este caso el condicional esté de más. 

Es una bonita metáfora de lo que es la vida.