Intimida aunque se esconda,
quieras o no es una evidencia.
Y las evidencias existen, a
solas.
Solamente me consta tu susurro,
ese mensaje alejado. Solamente a solas, solo digo eso. No digo más, y lo digo
con los ojos.
Cambian por el frio, por la
lluvia, por la fuerza que atraviesa. Cambian aunque tú ya lo sepas.
Y es que las llamadas existen,
pero no solo las pérdidas. Aquellas que se descuelgan y dan tono constante. Que
responden, pero aíslan. Que se mantienen, pero no llenan. Que te contestan,
pero solo se lamentan.
Mantenme acobardada aunque luche
por tu mirada. Mantenme latente para detenerme.
Mantea mi mente por momentos.
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